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Lisboa: un must de cualquier viajero

La capital lusa es un referente para cualquier viajero: arte urbano, historia, callejeo, buena comida, sol, mar... toda una combinación para pasar unos días haciendo mil cosas diferentes.

Y para ello qué mejor que llevar contigo uno de nuestros accesorios de viajes.

Situada en plena desembocadura del río Tajo con casi 3 millones de habitantes (la cuarta parte del país), se podría decir que es la capital del arte urbano.

Tiene casi 3000 kilómetros cuadrados de extensión a una orilla y otra del Tajo.

Fundada en el siglo VIII a. C. su símbolo es el tranvía amarillo.

La primera parada la haremos en uno de los más importantes puntos de la ciudad


Torre de Belem:

Antigua construcción militar de 1516 tiene arquitectura oriental e islámica. Consta de 5 pisos, donde se pueden visitar la Sala del Gobernador, la Sala de los Reyes, la Sala de Audiencias, la Capilla y la Terraza.

Con el tiempo sirvió como torre de prisiones.

En su fachada se haya la figura de un rinoceronte homenaje a un ejemplar que se llevó poco después del inicio de su construcción traído de la India portuguesa. Fue el primer ejemplar en suelo europeo.





Monumento a los Descubrimientos:

Se trata de un monumento que homenajea los 500 años de la muerte del descubridor Enrique el Navegante.

Construido en 1960 celebra la era de los descubrimientos a manos de los portugueses. con sus 52 metros de altura. Fue erigido 20 años antes para una feria pero más tarde se decidió su edificación.

En ella se divisan un total de 33 personalidades (cartógrafos, navegantes y reyes) y en el suelo de la base una rosa de los vientos.




Monasterio de los Jerónimos:

Antiguo monasterio de la orden de San Jerónimo que data de 1501 para conmemorar la vuelta del descubridor Vasco de Gama.

De estilo gótico y renacentista se encuentra en pleno barrio de Belém, muy cercano a la pastelería que creó los deliciosos Pasteis de Belém, con su marca registrada.

Visitar el monasterio y los jardines frontales son una visita obligada a la capital portuguesa. Ya dentro, visitar el claustro o la sacristía os parecerá chulísimo de lo bien cuidado que está.




Rua Rosa:

Adentrándonos en el Lisboa más céntrico y urbano hacemos parada en uno de los sitios más instagrameables de la ciudad. La calle rosa, donde su suelo está pintado de color rosa constituye un trozo más del arte urbano de la ciudad. Cruzado por un puente de color amarillo, se trata de un rincón muy peculiar.




Tranvía:

Muy cerca de allí a pocas calles y dentro del Barrio Alto podemos tomar el tranvía hacía la parte superior de este barrio. Se trata de un clásico de la ciudad y donde se pueden admirar las vistas de esta desde otra perspectivas a las siguientes que veremos. Además en la parada de destino podemos fotografiarnos con el tranvía, otra de las estampas más típicas en tu visita a Lisboa para Instagram.




Plaza do comercio:

Se trata de la plaza central de la ciudad, punto de encuentro de turistas, lusos y comerciantes (de droga, eso si). Allí se asentaba el Palacio Real durante 200 años antes del terremoto que acabó con él.

En medio de la plaza se sitúa una estatua ecuestre de Don José I de 1775. Y frontalmente vemos el Arco de la Rua Augusta con la inscripción "que las virtudes de los más grandes sean una enseñanza para todos".




Cais das columnas:

Justo enfrente de la plaza, situadas en unas escaleras donde los turístas pueden acceder al mar, parada obligada para descansar y meditar. Se trata de un muelle con dos columnas en la desembocadura del río Tajo donde antiguamente recibían flotas de barcos a finales del siglo XVIII.




Catedral de Lisboa:

Muy cerca de la plaza está la catedral de Santa María Mayor de Lisboa, construida en 1147, es la más antigua de las construcciones religiosas de la ciudad.

Mezcla de diferentes estilos arquitectónicos por el deterioro del paso del tiempo y del famoso terremoto de la ciudad de 1755.




Elevador de Santa Justa:

Ascensor del año 1901 que une el museo arqueológico y el mirador de la parte superior con la céntrica Calle de Santa Justa.

Inicialmente funcionaba a vapor y en 1907 pasó a sistema de motor eléctrico.

Las vistas superiores son el único atractivo de uno de los símbolos más importantes de la ciudad.

Altura de 42 metros contiene dos ascensores que albergan 24 pasajeros cada uno.

Fabricado enteramente en hierro menos el interior de los vagones que son de madera.




Mirador de Santa Lucía:

Acercándonos hacia el castillo, dejado atrás la Catedral de Lisboa el primer mirador que nos encontramos en la subida más alta de la ciudad es este mirador. Buena parada como descanso puesto que es el único con algo de sombra, con asientos en azulejos, da una vista de la ciudad y con vistas al Tajo preciosas. Generalmente hay músicos que amenizan la parada llena de parejas enamoradas.




Mirador de Portas do Sol:

A unos metros del mirador de Santa Lucía pero con unas vistas un poco más dirigidas hacia el sur está este mirador, más como un balcón donde asomarnos en un momento a admirar las vistas de la montaña y parte del río.




Castillo de San Jorge:

Situado en la colina del mismo nombre (Colina de San Jorge) se sitúa en la parte alta donde se observan las mejores vistas de la ciudad.

La ocupación de esta colina data del siglo VIII a. C. aunque las primeras fortificaciones datan del siglo I a. C. donde tras sucesivas reformas e invasiones se erige este castillo.

Con 6000 metros cuadrados y varias torres el Castillo de San Jorge sufre su última reforma con el terremoto de 1755, aunque también sufrió con los 4 anteriores en las que ha ido perdiendo varias decoraciones.

Fue usado como residencia real desde el siglo XIII y más tarde para la recepción de Vasco de Gama a su vuelta de la India.




Plaza de Rossio:

Se trata de una de las plazas más importantes de la ciudad, esta a diferencia de la Plaza de Comercio está en interior de la ciudad.

En ella se exhibían espectáculos, se trataban juicios, festivales, desfiles militares...

Con una longitud de 166 metros y una anchura de 52 metros, en el centro de ella se sitúa la columna de Pedro IV (primer emperador de Brasil independiente).

En su espacio se situaron edificios derruidos, hasta dejar un espacio rectangular que dio lugar a la Plaza de Rossio.



Casa dos Bicos:

Vivienda de 1523 muy cercana a la Plaza de Comercio, con una peculiar fachada que os animamos a visitar.

Reconstruida tras el terremoto de 1755 sirvió de almacén y comercio de bacalao. Pasando posteriormente a ser sede de exposiciones y actualmente pertenece a la Fundación José Saramago donde se siguen haciendo exposiciones.

Su nombre procede de su fachada llena de puntas de diamantes ("bicos"). Os animamos a vistarla ya que está dentro del encanto del arte urbano de Lisboa.




Parque Eduardo VII:

Alejándonos hacia las afueras de la ciudad nos encontramos con este pulmón verde donde actualmente se utiliza para festivales (entre ellos el famoso Rock in Rio). Aunque es una parada a tener en cuenta cuando nos quedamos varios días en la ciudad, es gratificante dar un largo paseo por estos jardines donde bajar los Pasteis de Belém.

Fue bautizado con ese nombre en honor al rey Eduardo VII de Inglaterra que visitó estos jardines en 1902.

25 hectáreas de palmeras, cascadas, plantas exóticas, flores, bananas y un pequeño lago con carpas.

En el parque se sitúa también el monumento del 25 de Abril de 1997.




Estoril:

Distrito de Lisbo a 25 kilómetros de esta. Conocida por su Casino la vamos a mencionar en esta entrada por su playa. A 20 minutos de Lisboa en tren es la mejor playa que se puede disfrutar.

Lugar de exilio del rey emérito Don Juan Carlos de Borbón es un lugar donde pasar un agradable día de playa y por qué no, también acudir a la llamada de la suerte en su importante casino.

La playa de Tamariz es la más recomendable de Estoril, pequeña y frecuentada, tine un espigón por el cual lanzarse al mar. También tiene una zona de piscinas naturales de roca al borde del mar.

La playa está presidida por el Forte de Cruz, construcción de una fortaleza del siglo XVII para proteger el desembarco de tropas hostíles.




Cascais:

Un poco más allá pero pegado a Estoril se encuentra esta parada.

Municipio de 200.000 habitantes a 25 kilómetros de Lisboa, a unos 20 minutos en tren.

Tiene varias playas, entre ellas la Praia da Rata y la Praia da Ribeira de Cascais, que nos pueden servir como una parada similar a la de Estoril, disfrutar de playa y el resto del día visitar su municipio. Comparado con Estoril es más turístico, de hecho Estoril sólo tiene su casino como reclamo.

Antiguamente era reclamo de la clase alta europea así como lugar de exilio del Rey Juan Carlos, hoy en día ya ha perdido ese lugar.

Uno de los paseos obligados por Cascais es la zona del puerto. En antaño con más frecuencia de barcos pero actualmente con todo un encanto.




Sintra:

Última parada de este viaje, pero no la menos importante, de hecho es una de las más bonitas.

Se trata de una villa portuguesa en el área metropolitana de Lisboa declarada patrimonio de la humanidad de la UNESCO. Estuvo habitada desde el siglo II a. C. como ciudad romana. También reconstruida tras el terremoto de 1755 fue redescubierta por la aristocracia tras la reforma.

En el siglo XIX el rey reformó el monasterio en el conocido Palacio da Pena como residencia veraniega.

En Sintra podemos visitar varios palacios, los principales son estos:

- Palacio da Pena:

Principal residencia de los reyes en el siglo XIX de estilo romántico. Tras la reforma se juntaron varios estilos neoislámicos, neorrenacentista o neogótico. Sus colores morados, amarillos... le dan un toque exótico a este palacio tan visitado.



- Palacio da Regaleira:

O Quinta da Regaleira, es un conjunto de jardines, lagos, un palacio, grutas y construcciones enigmáticas de 4 hectáreas. Todo relacionado con la alquimia, la masonería o los templarios. Tiene arquitectura romántica, gótica y renacentista. Se desconoce el año exacto de su construcción pero se sabe que la Torre data del 1715. Su parte más representativa, la más icónica es el Pozo Iniciático. Se trata de una galería subterránea en forma de espiral hasta el fondo del pozo con un total de nueve rellanos. Evocando a la obra de Dante, "La divina comedia". Se usaba el pozo en rituales masónicos.



- Castelo dos Mouros:

Conocido como Castillo de Sintra, fue una construcción árabe para controlar la zona. Podemos recorrer del castillo las murallas, sus cinco torres, la capilla o una cisterna de gran capacidad del periodo islámico.



Con esto finaliza el tour por Lisboa y sus alrededores. Seguro que más de uno lo conoce, aunque Lisboa siempre se pude repetir, sobre todo si lleváis alguno de nuestros accesorios de viajes que tan bien quedan en las fotos.

Esperemos que os haya gustado y que nos dejéis un comentario o un like a esta entrada : )

 
 
 

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